
La noche del 31 de diciembre, salí de mi casa con el firme propòsito de ejercer los 7 pecados capitales, y como soy una mujer de metas, puedo decir orgullosamente que he logrado mi cometido, se cumplió la profecía.
En tan lindo bailar, solamente dejarte llevar por la música, sentir otro cuerpecito a tu lado, hacer miraditas, coquetear, olvidarte de las cuentas por pagar, los que hacer de cada día, las responsabilidades, todo se puede ir al demonio por un momento, es por eso que la música amansa bestias, y en algunos casos hasta domadoras, aunque sea por un rato.
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