lunes, 10 de octubre de 2016

Todavía

Aprendí a dormir sin calcetines porque así te gusto más para dormir, pero aún no logro que me sueñes de día, como lo hago yo.

A veces sólo somos la sombra de lo que nos gustaría ser.

Todavía quiero ser el amor de tu vida cuando sea grande. 



 

sábado, 8 de octubre de 2016

Amore mío

A veces quisiera que mi vato fuera más afectivo; otras que se la pasara endulzándome el oído, como cuando tenía que echarle ganas para verme topless por la cámara y me enojo ¿Cómo qué no me quiere de la manera en la que me va a hacer feliz?

Pero luego, sale a comprar comida, lo veo limpiando la casa, me cuida cuando me enfermo, aguanta como buen soldado cuando me le pongo loca, o me pregunta qué quiero tomar. Ahí es cuando veo otros "te quiero", unos más adultos, unos más silenciosos, pero más honestos.

Cada quien ama a su manera, la única diferencia es que unos lo gritamos más fuerte que los demás.

Aprendiendo a amar a ésta edad, quien me viera...



 


 




lunes, 19 de septiembre de 2016

No importa

No importa qué tan bueno pretendas ser (aunque termines arruinándolo), que tanto ames, cómo lo mires cuando lo tengas frente a ti,  la manera en la que toca tu cabello, o que pienses que se merece el mundo en un listón envuelto para regalo con tus besos.

Nunca serás lo suficientemente bueno para alguien que no éste listo para ti.

En serio lo intenté.

miércoles, 22 de julio de 2015

Bloqueo

Me dijeron que la maldición de un escritor es estar feliz, porque así está demasiado ocupado como para escribir sobre ello. 

Supongo que a todos nos pasa igual cuando la inspiración viene de lugares un poco oscuros.

En mi defensa diré que en algunas ocasiones, las palabras sobran cuando las sonrisas bastan.

Pensándolo bien, tal vez no sea tan malo eso de no ser un poquito desgraciado de vez en cuando.


lunes, 9 de septiembre de 2013

Doña puta




-Cuando te vuelvas te voy a recibir con mucho gusto.
-Cuando vuelva, espero que ya estés con un buen hombre, no porque lo necesites sino porque te lo mereces.

Segundo día de lluvia en un lugar que tenía cerca de 4 años en sequía, ahora mi corazón como las calles, encharcadas, con una que otra trampa, pero floreciendo.

Para una mujer del desierto, una dromedaria, son tan comúnes los espejismos que ya debería de esta acostumbrada a las promesas rotas. Continúo respirando y me asombro de seguir viva.

Hoy tuve que manejar tantas cosas y apenas sé cómo manejar mi vida, al menos lo intento. Es difícil tratar de estar sola, cuando tienes tanto amor y gente que esta ahí para cuidar tu espalda, tu hombro, tus pies y cualquier órgano que necesite supervisión de un adulto.

A veces es raro extrañar la dulce lujuria caprichosa de sus labios, pero prefiero volver a ser esa Dulcinea de cantinas que sigue cantando las mismas canciones, que comete los mismos errores y pidiendo ese trago con poco hielo. Lo peor es que los disfruto tanto, perdí el remordimiento hace ya varios años, en la segunda boleta de calificaciones de la secundaria, diría yo.

Qué difícil puede ser dejar la comodidad de unos brazos, pero es peor que permanecer con alguien que no sabe que hacer contigo cuando cierras los ojos y escuchas el latir de su pecho, esas personas no valen la pena, ellas no saben hacer finales felices.

Solo supe que me dijo puta y ya no quise saber cualquier otra cosa, y ni siquiera por él. Es tan cobarde e infantil que lo supe de alguien más, pero la verdad ni siquiera me molestó, yo acuñé esa palabra, si la buscan en la página de la Real Academia Española, hasta mi foto sale. 

Aún así, prefiero que diga que mis piernas se abren más fácil que las puertas de un supermercado, que a ser como él y sus patéticos intentos de conocer mujeres por internet, mientras finge que tiene 10 años menos, ya ni sé si lo hace, tengo tiempo sin leer nada que lo relacione porque me tiene sin cuidado su vida. 

La verdad, cuando me di cuenta sentí mucha compasión, ya no era melancolía, ni dolor, fue como cuando una estatua se baja sola del pedestal que se le construyó, ahí supe que el Olimpo no fue hecho para él, porque su paraíso eran mis piernas y ya no las merecía. 

Darte cuenta de que una persona puede pensar que no vales nada para hacerle algo así y dudar de ti ante la primera frase, escondiendo sus errores aferrándose a palabras de terceros, entonces automáticamente pasa a ser hombre más en tu vida.

Pese a todo, espero no volver a saber de él, que sepa de mí me tiene sin cuidado, lo perdono y me perdono a mí, por no haber detenido luego del primer beso y del primer viaje, pero sobre todo, por no haberme despedido cuando supe que debí hacerlo, hay cosas que no están destinadas a ser, y como una vez lo leí: aunque el amor nos une nos separa la vida.

Bien lo escribió alguna vez Juan Rulfo "Era como tú, se aferraba a los ruidos y a las calles llenas de gente y no quería conocer otro mundo". Me siento lista para viajar. Prometo no volver a escribir de ti, esto lo hice para cerrar un ciclo de la única forma en la que sé, con letras. Es tan difícil aprender a cerrar círculos cuando en la escuela sólo te enseñan a dibujar cuadrados. Adiós.

Quiero a alguien que me robe el aliento, no mi sueño.

lunes, 18 de febrero de 2013

Lo que no fue, no será



Fumé hasta que me dolió la garganta (la muerte de una cajetilla entera lo avala), lloré hasta que me ardieron los ojos. Sospecho que esa adicción al sufrimiento fue la que me atrajo a ti, tanto dolor no es gratis. Pagué un precio caro, pero con medias y un vestido bonito pa’ que me recuerde como la reina norteña que soy, a ver quién sabe hacer lo mismo en el catre, soy malabarista nata.

Decidí que no me voy a morir de desamor, ni de soledad, ni del hecho de que mis fuerzas de voluntad hayan sido vencidas por unos besos. Un ramillete de buenas intenciones se fue al diablo por un puñado de mentiras.

Pudo haber habido varias mujeres, muchas fotos y una bendita conexión a internet, pero no pudo tenerme a su lado. Creo que soy intolerante no solo a comer mango, sino a los amores imposibles, pero con un serio y aún no analizado fetiche a que me tomara por la cintura y a quererlo en mi vida, olvidando que lo forzado no se queda.

Yo no sé nada de las relaciones sexoafectivas, ni de los hombres, ni de las mujeres, honestamente no me siento conocedora de nada en estos momentos, pero si algo tengo claro en mi diminuta existencia, es que cuando quieres a alguien, cruzas mares, desiertos, peleas con villanos, dragones, monstruos y toda esa dramatización cursi que enseñaron los cuentos infantiles, en lugar de esconderte como un niño castigado. Suena trillado pero es feo la facilidad con la que olvidamos promesas, el cómo dejamos pasar lo verdadero por espejismos.

Como buena anti heroína que soy, sigo en el descubrimiento eterno de mis némesis, aprendiendo de mis debilidades, pero en especial supe lo que es tener un corazón roto y secuestrado. Fui el más claro ejemplo de un síndrome de Estocolmo a su máxima potencia. Me dejó un huequito, sospecho que era donde estaba el grillete que tanto adoraba.

Una mujer como yo, tan católica, apostólica y devota (que hasta para hacer sexo oral se pone de rodillas) va a estar bien. Siempre lo estoy.

FIN

domingo, 10 de febrero de 2013

La cuenta del 2012 y otros cuentos



Otro año más huyó de mis brazos y honestamente no siento que me haya dejado mucho. Comencé el 2013 luciendo como una reina muy ebria vestida de leopardo y llorando, pero lo bonito es que conté con un hombro para llenar de mocos y hasta una pestaña postiza de trofeo se llevó de la "mágica" velada, donde los "ahorita voy" nunca llegaron.

He callado mucho, pero creo que es una redundancia, una situación cíclica que no parece tener principio, en la cual aparentemente no hay fin. Parece ser una renuncia y un duelo, un comienzo que se demora.

De todas las personas de las que me pude enamorar, lo tuve que hacer de un discapacitado emocional, la mujer que vomita sus palabras sin ton ni son, peor combinación no puede haber y aún así no nos dejamos. La necia conoció al obstinado y viceversa. Pero como lo quiero.

Pero como para un corazón de mazapán como el mío bastan unas mordiditas para romperle un cachito, seguimos el año con viejos problemas, como una amante de cuarta, pero ahora con varias faldas, escotes, pero desgraciadamente no las mías. No sé qué pasa con los hombres, no pueden ver un par de piernas porque ya las quieren en sus hombros.

No saben lo que quieren, pero no les importa lo que nosotras queremos. Lo que pasa es que ellos se enamoran de lo que ven, mientras que nosotras de lo que escuchamos. Por mienten mienten y nosotras usamos maquillaje.

Dicen que lo bueno tarda en llegar, pero siento que a veces me quitan tan fácil la nubecita en la que me gusta dormir en ratos, me hacen falta cariñitos. Sigo esperando que el hielo se derrita, pero es difícil con tanta indiferencia, el peor y más lento veneno del amor.

A veces me siento como la mujer maravilla, pero hoy soy la mujer invisible. Triste y enferma, 3 inyecciones, mucha tos, muchos kleenex y un moretón en una pompi. 

Solo hazme feliz, yo me encargo del resto...



domingo, 16 de diciembre de 2012

La gran batalla del cinco de mayo


Supe que esto iba a terminar en el momento en el que me devolviste el libro que te presté hace meses. Ahora ya no había otra excusa para hablarte ¿Qué pudo haber sido mejor que buscarte por culpa de Juan Rulfo?

Recordé que el amor es ingrato y que los mejores besos son los que comienzan las historias memorables, de esas en las que piensas cuando cierras los ojos. Sentí coraje; por todo el tiempo que tus manos tuvieron que esperar para tocar mi cuerpo,  todas esas llamadas a cualquier hora del día, por las fotos que nos tomamos y  las que faltaron, por los kilómetros que tuvieron que ser recorridos a suspiros, por esa distancia que se recompensaba a besos. Sentí de nuevo el viento del mirador donde nerviosamente me pediste que fuera tu novia. Nuestras manos vuelven a estar solas.

Ahora, todas esas veces que mis dedos jugaron con tu cuello se fueron, son niños castigados, sin juguete, sin ti. Se perdió la batalla que se luchó para no ganar, sino para solo presumir las cicatrices.

A cerrar otro capitulo.  Creí sería el más largo, el más extenso y el que les contaría a las personas que alguna vez estuvieron tan pérdidas como yo; como uno de esos testimonios mediocres que uno siempre mira incrédulo en la televisión. Pues acabe igual que ellos, sino es que peor.

No soy como tú, ni como crees, en realidad pienso que aun no sé ni siquiera quien soy, si lo descubres eres afortunado, porque yo tengo una vida buscándome y aún no me encuentro. A lo mejor me faltó paciencia, pero a ti te faltó convicción, así que terminamos peor que como cuando comenzamos este dulce martirio.

Parece que hay personas que no se cansan de sufrir, de llorar, de sentirse miserables, yo vi eso y quise ser la que te extendiera sus brazos, la redentora salvadora, pero olvidé que muchas veces las personas no quieren ser rescatadas de sus espinas, ya que piensan que solo así nacen las rosas.

Era una mujer enamorada que dejó de sentirse amada. De repente abrí mis ojos y ya no fui tan necesaria como una taza de café en las mañanas o tan relajante como un cigarro. A final de cuentas lo que quería era que un día despertaras y te sintieras con la horrenda y desesperante necesidad de tenerme, a un lado, arriba, abajo o como sea, pero nunca llegó y me canse de esperar por la lluvia, solo vi pasar nubes. Lo entendí, porque a final de cuentas, que te rompan el corazón duele, pero que lo hagan lento es lo que cala...


Pero no te devuelvo tus besos…

sábado, 8 de septiembre de 2012

El más buscado...



Esta noche sentí la distancia y me dolió
mi corazón se me quedó en la garganta y ya no quiso bajar de ahí
 no me dejó ni tragar  mi propia saliva
ese dulce néctar que puede sacar las palabras más azucaradas o envueltas en llamas.

Parece que te escondiste junto con mi sueño mi querido lisonjero, con esos planes malhechos que realicé en mi mente y como polvo, al primer soplido se fueron como la arena para perderse en un mar de ideas.

La tristeza de un olvido no se compara con mil oraciones en singular. Tú, Tú Tú, solo tú, nadie más, creo que a los dos nos encanta hablar de ti y ambos te queremos en nuestro futuro, pero con un pasado tan jodido y un presente lleno de nubes que no dejan entrar más que uno que otro rayo de sol, morimos como un romance que no se sembró bien, pero del cual se espera una cosecha.

Me tocó también un baño de realidad, un abrir los ojos. Ahora no estuve sostenida de tus brazos que me detienen en la cama de esas tantas habitaciones de moteles de paso en donde nos juramos amor eterno. No había nadie más que yo. Fue frío y no fue placentero, pero se necesitaba.

Uno algunas veces necesita ver la escena de la película a lo lejos, porque muchas veces algunos cuantos centímetros deciden no solo victorias en las competencias, en esa foto de la llegada a la meta, sino que son una oda al destino del que hablada Dalí, o el que describe el libro que se encuentra en mi mesa, el que dije desde hace más de un año dije que iba a terminar pero no me he atrevido ni a abrir.

Ya no sé cuándo la distancia se dejó de medir en suspiros, se dejaron de contar los días con besos que se mandaban en la voz cursi de un teléfono enamorado que solo quiere oír tu voz.

blah...

domingo, 2 de septiembre de 2012

¿Cómo no te voy a querer?


Te voy a quemar todos esos malos recuerdos con una ráfaga de besos que te enchine hasta el alma, que tu pasado y él mio, desaparezca con el sol y quede solo en la memoria de la tierra, obscura, inmaculada, profunda y sin eco.

He decidido que ya es hora contarte mis secretos, esos que solo la almohada guarda celosamente mientras arrulla mi cabello y me cuenta de lugares lejanos con caballeros que inventan más de mil poemas para acostarse con princesas y robarse sus sueños.

Aunque a veces parece que no eres mío, te congelas en el tiempo y los amaneceres siguen su camino, te confesaré que no me gusta. Quiero abrazarte mientras le canto al tiempo en su oído, para que tu nombre sea lo último que vea cada anochecer y lo que me despierte en las mañanas.

Torpe y sin decir palabras me molestas tanto, algunas veces matas mis esperanzas sin dejar siquiera que agonicen, llegas muchas veces tarde a tantos lados pero ahora estas aquí, a mi lado, en el momento indicado para comenzar un “nosotros", ya que nadie te va a querer más que yo, porque al final de la noche, cuando el cielo se apaga tus ojos brillan al verme, me hacen saber que estas ahí, aprender a aceptar que no me perteneces y que eres tan de mí como la primera vez que me besaste.

Aun no entiendo como puedes estar tan lejos y poder verte en todas partes, ha de ser una alucinación amorosa, un veneno de cupido para burlarse de los hombres. Habrá entonces que aprender que las mejores personas siempre aparecen cuando uno no los busca y que las mejores palabras se dicen cuando dos personas callan.


jueves, 30 de agosto de 2012

Muero, pero no olvido...



Tirado en el suelo, Julián vio correr su sangre. El cómo se formaba un manto rojo en aquel sucio pavimento de la calle 20 de Noviembre que ardía como un comal que nadie se molestó en apagar. Esa mañana salió de su casa recién peleado con su esposa. “Para que se sienta peor”, pensó en el suelo.

Sentía el calor de las balas que recibió. Cada una penetraba su ser, le lastimaron una de sus piernas y su pecho, ya no sabía donde estaba. Mientras era llevado en la ambulancia 045 de la Cruz Roja, solo recordaba en el perfume de su mujer, en los primeros pasos de su segundo hijo y en la primera vez que pagó por acostarse con una prostituta llamada Karla que le robó su reloj favorito, mientras otro oficial sostenía una de sus manos y le pedía que no cerrara sus ojos, mientras los suyos estaban al borde de las lágrimas.

Llegó al hospital por la puerta de urgencia cerca de las 11:34 horas de un soleado martes, entró a cirugía inmediatamente. Perdió la consciencia unos días, pero para él fueron solo minutos.

Cuando despertó en aquella cama de hospital, era de noche y tapada con un chal estaba su compañera de vida, mostrando accidentalmente y gracias a la silla donde estaba recargada un poco de su escote que le provocaba su lujuria cada segundo jueves del mes -sí tenía suerte- después del noticiero.

Esa ocasión se sintió afortunado, pero volvió a nacer cuando, luego de muchos días de rehabilitación de sus cuatro balazos, sintió como una taza de café le quemó su muslo izquierdo. Pensó que había sobrevivido para ser alguien en la vida y dar un mensaje divino a los hombres que habitan sobre la tierra, pero se le olvidó a su cuarta Tecate una semana después y se limitó a ver la televisión en la sala de su casa sin molestar a nadie.

Ahora, volvió con sus colegas de la policía a trabajar en lo que le gusta, y este día le tocó decir adiós a su amigo uniformado que alguna vez le pidió que no se fuera, mientras pensaba que cruzó esa brecha que él un día soleado no se atrevió. Ahí estaba él vivito y con su placa policiaca dorada y brillante sostenida de su chaleco antibalas, mientras fumaba un cigarro afuera de la funeraria y hablaba de la suerte que es ganarle a la muerte.

lunes, 9 de abril de 2012


¿Para qué romper una promesa? Rompe sus cartas, su corazón, una pierna y de paso hasta el brazo si así quieres pero nunca tus palabras, porque esas hieren más que la espada, mueven montañas, abren mares y las piernas de varias doncellas.

Mejor finge que has muerto, miente y dime que ya hiciste otra vida, que ya no te gusta el café o que simplemente no vas a volver a comer más pan, o que no soportas mis cajetillas con tabaco mentolado, con eso te dejo sin volver atrás y hasta la llave te regreso.

Si no vas a cumplir lo que me dices, lo que le juras al amor y a Dios, entonces ni el amor, ni Dios y mucho menos yo te queremos en este Edén, en donde la verdad se oculta bajo el árbol y los pájaros pierden sus plumas, se mueren, mientras solo te alejas.

Cuando ya no vayas a hacer lo que dijiste y piensas derrumbar el castillo al cual ya le escogí hasta las margaritas que irán en la entrada, mejor de una vez pídeme que no te vuelva a besar y yo sabré alejarme de ti, como un niño que ha aprendido una lección después de romper un cristal y se le regaña por lo obvio, por lo que no debe volver a hacer pero por lo general, uno aprende más a romper que a reparar y este a sido nuestro caso, yo ya estoy muy rota y tu no eres mi descocido.

domingo, 4 de marzo de 2012

El caballerito

Me marcó tres veces para negociar nuestra primera salida. Luego de varios “no sé” y muchos “vamos a vernos otro día” accedí. Me puse guapa y me regaló 15 minutos más para estar lista, se encargó de que mi mano siempre tuviera un vaso lleno de whiskey y en todo momento me abría las puertas, luego dejó de ser un caballero, justo en el momento en el que yo me olvidé de ser una dama.

Varios tragos después, algunas caricias robadas y uno que otro roce de mano, me atacó por sorpresa. Me acechó, me tomó de la cara y me atropelló a besos. Poco a poco se fue apoderando de mi cuerpo hasta terminar en una cama ajena. Éramos tan solo un par de desconocidos que comenzaron a conocer cada centímetro de una piel que nunca les perteneció.

Minutos después, el joven en cuestión comenzó a desnudarme. De manera rápida pero con cuidado, como un niño que abre sus regalos en Navidad. Lentamente, minuciosamente, afectuosamente y se quedó mudo. Se limitó a observarme y a tocar con sus labios cada parte de mí, a explorarme impaciente, ahí estaba yo para él sólito, sin ropas que ocultaran lo que muchas veces fantaseó. Descubrió mis piernas y a donde conducen, besó mis tatuajes tantas veces que casi los borra. Me adoró, me hizo suya y yo lo dejé, aunque sea unos minutos.

Una vez terminado el acto, como cualquier hombre menor actuó por instinto y dijo que me quería ver de nuevo, que la siguiente semana me quería robar, me habló de todo lo que íbamos a experimentar y el sinfin de veces que tendríamos coito. Sin embargo, personalmente pienso que debería de ser ilegal pedirle a una mujer una segunda cita antes de ponerse de nuevo su brasier, me agarró desarmada, frágil y vulnerable.

¿Quién hubiera pensado que debajo de esos lentes, los pantalones de vestir y la formalidad se encontraba un ser sin modales, primitivo y que sepa servir alcohol? Me gustó y como he aprendido a esperar también sé cuando se debe de tomar algo sin pedir permiso ni esperar explicaciones, ya que uno no puede forzar lo que no quiere encajar, así que dejemos que los vientos del mes despeinen mi cabello y uno que otro amante de camastro que sepa servirme alcohol.


jueves, 23 de febrero de 2012

¿Cómo te voy a llamar esta noche?

Leer tu cuerpo como si fuera braille y usar mis labios como si fueran dedos, eso quiero. Tanta espera de ti, de tu piel, de tus brazos y anhelar que me envuelvas como un abrigo que quiero usar hasta cuando haga calor y los niños jueguen en la calle con globos de agua en ropa de verano.

El tenerte y haberte tenido desde hace tanto tiempo, el que seas el tesoro que uno se encuentra después de años de haber perdido algo en la recamara, ese billete olvidado en mi bolsa, el que uno descubre cuando siente que ya no hay nada nuevo para uno.

Yo solo sonrío, aguardo, tontamente lo hago. Me despido de los amantes de una noche, de las sabanas de motel baratas y de los tragos ocasionales, con risas falsas en lo que se paga la cuenta para ir a una habitación a la cual no volveré, pero a la que siempre regresaba por el gusto de olvidarte.

Ahora los placeres son otros, la intriga de tus ojos, el buscar de qué sabor serán tus manos y como de la noche a la mañana, decidí ser tuya y que tú fueras mío, siendo que nunca fuimos ajenos a las palabras cursis y trilladas que describe Neruda y que tanto adoran las tarjetas que venden en cualquier supermercado.

Amo tu ausencia, tus silencios, la forma en que dices mi nombre y el como las letras pierden sentido cuando las dedico a tu voz.

sábado, 7 de enero de 2012

Cansada de rescates

Su piel era una heroína de terciopelo
Que se metía a mis venas, a mis piernas y a mi falda,
todos los días jugaba y jugaba
solo eso y nada más.

Me siento sin mi droga, con un número que ya no puedo marcar, con una sombra que ya no puedo seguir.

Pero muchas veces, uno se cansa de ser la princesa en la torre, de esperar dormida en el castillo por el beso redentor, así que aprendes a luchar con dragones, los que están afuera y los que están adentro, a ser la bruja de los cuentos.

De repente ya no necesitas ser rescatada porque aprendes a lamerte las heridas. Esos ojos se fueron en un parpadeo y los quise mucho, pero me quiero más yo, ya aprendí a darme besitos y a dejar que otras lobas le aúllen conmigo a la luna y ser malas, gruñir, pero dejarnos dar besitos de vez en cuando.

Muchas veces, uno da lo que quiere recibir, con miedo a que si lo dejas de dar no tendrás nada, pero es parte del todo, de eso que llaman amor, adicción o una mezcla de ambas. Uno no puede querer por dos.

Me siento cansada, con la garganta enferma y con ganas de descansar, pero ya sin esperar a ningún príncipe, creo que ahora merezco un rey, pero en un muy lejano futuro, descansemos corazón, ya te toca.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Otra diosa incomprendida

Mis piernas son su casa de verano
donde descansa, duerme, aprende a besar,
Y de dónde huye en cuanto cierro mis ojos.

Mis brazos son sus cómplices
donde se esconde de la gente que le dice como portarse y como se vive.
Mi columna se desploma, algunas veces el alma pesa tanto y el respirar ahoga.
Robas mis suspiros, mis sueños y mi risa, me dejas sin nada, sin ti y sin mí...

Necesito rescatarme, antes de que me pierda de nuevo en tus labios.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Jugando jugandito

Que jueguen con mi cabello y repitan una y otra vez todos esos clichés cursis

No importa que no haya rosas en el lecho

Al fin y al cabo, ya estoy acostumbrada a caminar entre las espinas.

Esta noche solo he dado vueltas en mi cama

Evitando pensar y solo viendo como cada quien esta con su cada cual

Por lo visto el roto aún no le llega a esta descocida.

Estos días han sido como el clima de mi ciudad, ni frío ni calor, solo un poco de nubes, pero últimamente podría escribir algún libro titulado “Como las hormonas controlan mi cuerpo: mil testimonios para noches de insomnio”, estos días de estar juntos y separados, son solo una suma de lo que éramos y una resta de lo que queda.

Me molestas mucho y lo peor es que me enojo conmigo misma, mis voces internas y mis múltiples personalidades no logran ponerse de acuerdo contigo, unas gritan, otras lloran y otras quieren ahogarte a besos.

¿Cuándo la vida se dejó de arreglar con algodones de azúcar y una bandita para la herida? Extraño esos tiempos. Ya todo son facturas, ropa de invierno, cobijas extra y días de hacer la lavandería. Aún busco esos días donde con un suéter combatía al mundo y cuando no importaba si la lluvia vestía mi cuerpo, a fin de cuentas iba a secar.

Tal vez necesito un poco de soledad, silencio y mucha música, pero me supongo que mañana continúan las carreras, los mensajes que no sé si contestar y el pensar que los años pasan, los cuales miro en las manos de mi madre y en el espejo de mi baño todos los días.

Esta noche no me gustas tanto…



jueves, 6 de octubre de 2011

Un cigarrito para el alma

Sigo sin entender, sin sentir, sin mirar, en un aparador donde a veces vivo, con el amor fuera de temporada y en oferta, tazas de ‎​café rápidas y ese despertador que siempre me molesta a las 7 de la mañana.

El corazón confundido y la vida sin sentido deberían de ser mis características principales, a veces con tanto sentido y otras veces como un reloj, que siempre avanza pero siempre terminan en los mismos números, solo da vuelta, solo escucha el tic tac.

Ya necesitaba escribir, algunas veces quiero evitar mis letras pero no se puede esconder lo que viene en ellas.

Últimamente como me ha gustado tener un cigarro en mis labios y otras veces otras bocas, pero estás terminan sabiendo a traición por lo que regreso a mis vicios y de nueva cuenta, a mis letras que no riman y que hablan de otra cosa que no seas tú.

Hace falta un amante que caliente el camastro, unas mentiras para el corazón y algunas palabras dulces para engañarme un rato y volver a ser esa dulcinea de cantinas. Pero no es mi culpa, a mí me enseñaron a esperar al príncipe en la torre.

Nuevamente, el desfile de amantes de cuarta y hasta de quinta regresa y se reciclan. Deberían de ser biodegradables, no volver, tener alas y volar lejos.

Este día me venció el mundo, a mí y a mis múltiples personales, ando de paranoica pensando que nadie es lo que parece, ni yo.

No queda de otra más que lavar platos mientras escucho a Chabela Vargas, mientras cometo de nuevo los errores que me prometí no volver a hacer, caigo en mis propias trampas, pero, ¿Cómo resistirme a esos ojos?

Me caes mal, pero bailemos un rato, al menos en lo que acaba la canción.

martes, 6 de septiembre de 2011

C'est la vie...


Un día lleno de nubes y vientos del norte se pueden convertir en una tormenta en un abrir y cerrar de ojos. El olor a tu cuerpo, a traición, a mentira. Creo que era cuestión de tiempo, pero no pensé que esa hora fuera a llegar.

Sola, triste, sentada en la obscuridad y tecleando, pagando karma, pagando pecados y de paso limpiando el alma. Mientras pienso en esa lengua venenosa que no recorrerá mi cuerpo, ni mis labios, nada, lo querías todo y ahora estás sin mí.

Olvido las reglas del juego y quiero hacer las mismas, pero olvido lo fácil que puedo perder, lo sencillo que es ser engañado, pero ¿Qué amor en la historia no ha terminado en tragedia y ha sido digno de recordar? Ganaste soledad, de nuevo vuelvo a ti, a tus fríos brazos que me hacen olvidar.

Necesito tiempo, alcohol, faldas cortas, labios color cereza, dejar de dibujar castillos en el cielo y permitir que la tierra ensucie mis zapatos. Estaba volando tan alto que la caída dolió más. Volé como Ícaro, toqué el sol, quemé mis alas, caí y la espuma del mar mojó mis alas.

Tantas veces he tenido plumas y no he sabido usarlas, habrá que dejar que se recuperen, que duerman un rato, que cierren las costras y debo de pensar que te diré mañana, cuando seguramente me busques con una estúpida excusa, de esas que te salen tan bien y de esas que yo prefiero creer.

Estoy muy cansada de ti. Descansa en paz y no vuelvas. Amén

sábado, 6 de agosto de 2011

Ni santa ni puta, solo mujer


Llegan los días de lluvias y con ellos cielos nublados y vientos de cambio. Se van personas queridas, se quedan personas amadas y llegan extraños por seguir desconociendo (de preferencia y por salud mental). Hay personas que deberían de quedarse en los recuerdos o no meterse en el presente de uno, pero aunque se quieran salir, uno les jala el pie, la mano y lo que se dejen con tal de que se queden un rato con nosotros. Por lo menos hasta que termine la canción, porque es muy feo bailar sola.

Hace unos días perdí a un hombre en mi vida: mi abuelo. Qué triste es dejar de ver a alguien que uno en sí ya tenía en olvido. Pero lo que me consuela es el pensar que ya está con su chata. Ella lo esperaba desde hace años y él la extrañaba tanto, que un día su corazón ya no quiso latir; simplemente ya no encontró motivos para tanta lejanía.

Yo sigo en mis limbos amorosos. En ese cielo infernal en el que tengo años y como la marea, viene y se va pero no se decide, creo que en cierta manera ni yo tampoco. Es por eso que me la paso viendo sus olas y dejo que algunas veces me arrastre un poco la corriente. Lástima que me comienza a aburrir. El día que no sea una persona tan destructiva voy a aprender a querer a quien me ama sin importar distancia, ni mares que nos separen, porque de una u otra forma los dos seguimos durmiendo bajo las mismas estrellas.

Pero como no podía faltar el drama, en cuanto uno dice “seré buena y sumisa”, se aparece el diablo en nuestra vida, se pone en nuestro hombro y comienza a invitar a personas que vienen solo un ratito a nosotros, no se pueden quedar más ni aunque quisiéramos, ni aunque ellos así lo desearan. Son tan solo tentaciones que no terminan por convencer a nadie, pero a las que no decimos que no. Ser buena debería de ser fácil.

¿Y si solo nos queremos un rato? Lo suficiente para ser felices pero no tanto para podernos olvidar. Quiero un anillo en mi mano y mensajes en mi teléfono, pero no es mi culpa de que me lleguen hombres de vez en cuando. Mi corazón tiene dueño, pero el cuerpo cuenta aparte y por desgracia, mis brazos son más tercos que yo.

[Grrr...]

domingo, 17 de julio de 2011

Esos cuentos de amor y otras cosas feas


No andaba muerta ni secuestrada, simplemente andaba de tan buen humor que no me veía en la necesidad de utilizar mi blog para "terapearme" de mis hormonas y de la gente mala que me quiere hacer la vida fea, bueno más bien esa gente no existe. Nos encanta hacernos las víctimas, es mejor que ser la bruja del cuento (aunque no he de negar que muchas veces me sale mejor).

El amor sigue ahí, firme y un poco derrumbado, la impotencia de no tener la última palabra me vuelve loca, no me gusta pensar que alguien más va a decidir por mí, porque sino ya no me estaría quejando de la distancia, y serían tus labios lo que sentiría en mi espalda en lugar del viento del ventilador.

Creo que en mucha parte estoy así porque soy la persona que tiene menos paciencia y más la necesita; debo de enfocarme en hacer simplemente lo que tengo pendiente y dejar que las cosas se den solas, pero a veces las fuerzo tanto que se rompen.

Pero por otro lado, si cada quien hiciera realmente lo que le corresponde, no habría psiquiatras ni prostitutas y las mamás se quedarían sin nada que hacer en el día. Hasta cierto punto el egoísmo es altruista y causante de empleo.

Lo más fácil sería dejarte ir, pero mis brazos son muy necios y tu sombra no me deja, acompaña a la mía y es buena dando besos. No la deja sola. Muy mal acostumbrada a buenos tratos, muy acostumbrada a nosotros.

El problema es que mis caprichos algunas veces parecen más grandes que mis ganas de estar contigo, pero eso de que tengo maestría en boicotear relaciones amorosas ya no me extraña.

En fin, por primera vez en mi vida me comportaré como una mujer adulta y no haré nada más que esperar. Esta frase fue efecto de blogear sensible y en domingo, pero debo de aprender a que no siempre sé es la heroína, no siempre se es la víctima. Lo que me falta algunas veces es dejar que me rescate el príncipe, no ser la princesa guerrera que siempre tiene la espada en la mano.

...don't need to be alone,
no need to be alone.

It's real love, it's real...

jueves, 16 de junio de 2011

Si no me acuerdo, no pasó


Algunas veces me persiguen los recuerdos, otras veces los persigo yo, pero muchas veces se quedan en la calle, tirados, en el olvido. Qué bonito es no tener memoria, soy una dama tan desmemoriada que casi casi hasta pudiera hacerla de política.

Estos días varios "amigos" fallan, el amor vuelve y se aleja la cordura, llego de nuevo mi compañero de vida el estrés a darme de nalgadas todo el día y no de una manera erótica en la que ambos pudiéramos disfrutar...

El amor volvió; más bien nunca se fue. Iba y venía un rato a mí, para alejarse de nuevo, a veces yo huía de él, otras me rechazaba, pero luego de 3 largos y tortuosos años parece que llegó para quedarse, el problema es que no sé cuándo tiempo estará mi invitado conmigo y si realmente lo quiero ahí, aquí y ahora.

Es como cuando un perro persigue una automóvil, si lo alcanzara no sabría qué hacer con él, yo acabo de alcanzar el mío y no tengo ni la menor idea de que pasará, parece que si no hay drama en mi vida no soy feliz, a ver si voy consiguiendo algún otro fetiche para masturbarme.

La vida laboral sigue igual; mucha chamba, mucho calor y muchas letras, sin gerundios ni opiniones, con horario de doctor, bastante presión y muchos ojos revisando lo que haces, aun así no me podría ver haciendo otra cosa, amo el periodismo, es mi placer culposo, lo que me hace morir y me revive de mis cenizas, mi ave Fénix.

Me ofrecen una vida de adulta, con la casita y el combo que toda mujer quisiera y tengo mis dudas, no quiero ni el plan de mi celular con tal de no tener una relación a largo plazo, tener a otra persona, ser de otra persona, pensar en alguien que no sea yo. Vuelven las mismas promesas que una vez me hicieron y llegaron con la misma persona y con ella de vuelta todos esos miedos y mariconadas mías para no comprometerme. Dilemas, dilemas, dilemas.

Irónicamente, no me veo con nadie más y creo que no lo he hecho por años, así que si mi fe en la humanidad no vuelve después de esto, ya nada lo hará. Total, sí María Magdalena pudo reformarse ¿Por qué yo no?


Heart rehab...seni seviyorum

domingo, 15 de mayo de 2011

5:49


Es de madrugada, veo como el sol comienza asomarse en mi cielo, mientras yo pienso si será correcto o no despedirme de ti, decir ese adiós que tanto me ha faltado, el que evadí por años para no ahuyentar tu recuerdo y quedarme sola.

Veo lo que te escribí, aún no estoy segura de enviarlo, sé que no voy a tener respuesta alguna de ella, le dije a mi esperanza que dejara de esperarte, aunque a veces no me escucha.

Amo como nunca me decías que no, y ahora yo tengo que decírmelo sola, no sé ni donde estés ni con quien, solo sé que nunca te ha gustado estar solo y que yo sepa, no eres alguien que cambia sus costumbres.

Estos días parece que soy testigo del amor, lo veo que las muchas bodas a las que he asistido este año. Hay algo en la cara de una novia, su mirada, su vestido blanco, su ramito de flores, el cómo abraza a su nueva adquisición en la pista. Realmente te hacen creer el "hasta que la muerte nos separe".

Lo vivo también en las canciones dedicadas a otras personas, en los abrazos en las calles en las que yo solo fumo o leo el periódico, en los restaurantes donde las personas toman su mano mientras beben un late y mi mano sigue sola.

Parece que generalmente quiero ver cariño donde no lo hay, siendo que donde lo tengo ni lo volteo a ver. Es hora de decirle adiós a la soledad y comenzar a corresponder, en lugar de buscar que me correspondan.

Podría escribir tanto de ti y de tus brazos, de esa espalda que besaba cada mañana o gastar (más) horas pensando en ti, pero ya no me quiero dar ese lujo, necesito un exorcista o algún ajo que te aleje de mi cuello.

Uno no puede buscar a alguien que no quiere ser encontrado.

Y yo me rindo de ti y ante ti.

lunes, 9 de mayo de 2011

Mami 84

De repente tengo temporadas sin poner un post. A veces es porque siento que no tengo nada interesante que postear y otras veces porque me descuido, sin pensar me olvido tanto de mí que ni a mis palabras les prestó atención.

Cumplí 27 y sigo tan sola como cuando tenía 21, ya me hubiera dado un balazo si no es porque sigo siendo la misma talla. Algunas veces siento que evoluciono, otras me estanco a revolcarme en el lodo, y otras veces involuciono (nunca había usado esa palabra, que adulta soy).

Sabes que las cosas no tan buenas o que tienes que cambiar de amantes cuando empiezas a hablar con uno de tus hombres de gastos médicos y descubres que es un ser humano, no solo un falo. Es tan desilusionante como saber de dónde viene tu desayuno o las verduras.

Algunas veces te tengo en mi mente, pero preferiría que me tuvieras en tus brazos. Estas tan lejos y tan cerca, así haz estado por años y parece que este será uno más. Ojalá pudieras hacer a un lado tu indiferencia que está pisando un poco a mi ego.

Total, cuando llegan hombres que son un buen material para la seriedad, la familia, el perro y todas esas preciosidades para las que una mujer fue “educada” huyo, como si me pisaran la cola, se me erizan todos los vellos de mi cuerpo y corro, nada estable, todo girando, dando vueltas sobre mi eje.

Acabo de recordar que en unas horas será otro día de las madres. Sabes que la vida ya no te importa tanto cuando las fechas más comerciales de tu calendario gregoriano ya no te mojan las pantaletas como antes.

En fin, estos días, la vida, el mundo, las cosas no han ido mal, solo que no aprendo a estar bien.

lunes, 25 de abril de 2011

La santa de los labios rojos

Finalizan los días santos y termino como toda una virgen, con varios devotos debajo de mis faldas susurrando bajo, pidiéndome les haga uno de mis milagros, y con ese bribón que no se va, pero que no le digo que se quede.

En conclusión fue un fin de semana de buenas compañías, mucha comida, conocidos por conocer y mucho ronroneo de una que otra gata que chilla fuerte, que grita y araña.

Como todos los años tuve mi 22/4 de la muerte donde las pilas se me fueron para abajo, otro cuatro año de volver a lo mismo, las mismas canciones y esas fotografías que solo veo una vez al año, pero ese círculo no tiene fin o gira sobre su eje y vuelve al mismo punto, ese lugar intermedio.

Yo con él lo quería todo, las flores en la ventana, el café de las mañanas, tuve el mar, la luna, té y especias, tuve banderas rojas y amores suaves.

Y ahora no queda más que extrañar rasguños, cabellos, enojos, rosas y labios de lenguas extrañas, quitándome el aire sin respirar, solo suspiros y más suspiros, extraño a ese ladrón que me quitó el sueño.

Sé que merodea porque conozco su olor, su dulce olor pero no se acerca porque sabe que lo puedo morder, pero también quiero curar sus heridas y a la vez, no quiero nada, ni un hola ni un nosotros, así es cuando uno quiere a alguien, mejor que este solo a con una mujer del diablo, a veces ni de ella misma.


Özledim seni birtanem

lunes, 11 de abril de 2011

Vientos santos


No sé que pasó pero ahora todos son poetas, ahora todos escriben, ahora todos hacen rimas. Las letras se siguen prostituyendo, se venden al mejor postor, se revuelcan en cualquier página, con poemas huecos y pretenciosos, burlas falsas y mentiras que quieren hacer verdad. Somos unos escritores frustrados que queremos cambiar el mundo, pero no podemos cambiar ni nuestra vida.

El nivel de melancolía que tengo estos días es directamente proporcional al aumento de hormonas, quiero sexo, quiero llorar y un chocolate, te quiero a ti y te quiero fuera de mi vida, ando de sociópata ninfómana y robando uno que otro suspiro, nada mas te advierto que no los devuelvo.

Vientos del pasado volvieron a querer quedarse, no sé si es lo que quiero, como toda la vida con mis problemas existenciales que si no tuviera no seria yo misma o mínimo no estaría así de loca. Me entrego a ti y a la locura, son el ying yang de mi vida.

Como siempre a las andadas, con amantes de cuarta que besan con sabor a licor y uno que otro guapo que vale la pena pero como siempre me encanta sabotear mi felicidad y me niego a compartir la vida, soy muy egoísta y no la comparto más que con las nubes y las hojas de los arboles.

He dejado de escribir mucho, no es porque no quiera es solo que ya no sé que saldrá de mis dedos estoy hecha un collage de recuerdos, espantos, felicidad, uno que otro verbo y algunos gerundios olvidados, de esos que no uso en el trabajo.

Principio sin fin.