jueves, 10 de diciembre de 2009

Preparándome para las posadas

Las posadas al fin comenzaron, es de esas veces en las que ser un “bebedor social” es aceptable, es donde salen todos los demonios de la gente, los odios, los amores, las pasiones humanas salen, en esos eventos, como dice mi amigo el Gabo: “El alcohol, es el lubricante social”.

Yo personalmente, espero representar los 12 pecados capitales, (solo 7 son conocidos por el hombre), los cuales quedarán por desgracias, evidenciados en fotos borrosas y mal tomadas, pero sin dejar de ser humillantes en Facebook; o si de plano se pone uno muy grave, en la sección policiaca del periódico.

Otra cosa que se pone buena es la comida, abunda, llueve, uno come de manera grosera, como una persona sin amor, pero ese, ya será otro tema.

Las posadas, iniciaron cuando los misioneros tomaron las costumbres de las fiestas indígenas, cambiando las características y dándoles un sentido cristiano, en donde se representaba la peregrinación de María y José al nacimiento de Jesús.

Hoy en día; ya no queda nada de lo que fueron las antiguas tradiciones mexicanas, la peregrinación se hace a la tienda de licores, se pide posada en la casa de algún extraño que se conoce en dichos bacanales (son tradiciones que no se deben de perder), y se espera algún artefacto de la rifa, los regalos que uno quiere se los saca gente que no sabe ni usarlos (una vez la señora más análoga del mundo se saco una laptop en una rifa) mientras que uno se saca unos guantes para cocina naranjas, con unos gatos usando gorritos navideños bordados en ellos, esas son bromas crueles del destino. Pero viendo el lado positivo, eso será uno de tus regalos reciclados de navidad, para uno de tus seres queridos.

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