jueves, 14 de octubre de 2010

No soy yo, son las hormonas


Demasiado temprano para estar en la oficina, demasiado tarde para estar en la casa, así comenzó mi día. Sigo tomándome el mismo café que traía desde las 7:00 de la mañana, a lo mejor es para quitarme el sabor amargo de la boca. A estas horas ya no se sabe, solamente quiero mi orden del jefe de redacción y trabajar como un esclavo medieval para que mi cabecita piense en otras cosas o me volveré loca y apuñalare con una pluma a la mujer que tengo enseguida, que me desespera que no se peine. Más de una persona ha muerto bajo las mismas circunstancias.

Esta mañana amanecí muy peleonera, ladrandole a todo mundo (guau guau) hasta mi pobre y amada progenitora se la llevo y ya me dio el remordimiento. Esa mujer ya tiene su lugar en el cielo.

Como buen ser humano que soy, me gusta culpar a lo que sea o a quien sea de mis errores, bajas pasiones y momentos de locura, así que ahora será la abstinencia de sexo la que me hace perder la razón, mis partes blandas ya me están recordando que existen y tienen derecho a sentir bonito, pero mi inconsciente se revela y me dice cochinadas al oido, pero parece que no hay nada ni nadie que me diga que no. Puta madre, traigo la conciencia afilada como un lápiz y no me gusta nada..

Cuando era una adolescente sexy o una adultita más joven, no la pensaba tanto para hacer pendejadas, ahora ando pensando todo 1 o 2 veces, Pero eso fue hace mucho tiempo; mucho más de lo que creo, cuando comencé a tenerte fe, cuando creia que el gobierno era justo y los policias hacían lo correcto, cuando uno pensaba que serías talla 5 toda la vida.

La talla sigue igual afortunadamente, pero la forma de pensar no, traigo el síndrome de Peter Pan, de esos días en los que me niego a madurar. Habrá que hacer cambios drásticos en el "modus operandi".

Ya me llego mi orden de información y no se me ocurre más que escribir. Espero que tengan un día sensual lleno de besos y nieve de chocolate (ando con muchos antojos, estos son los de hoy).

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