martes, 19 de octubre de 2010

No gracias


Ahora que te vi, pensé en la primera vez que estuvimos juntos. Yo era aún una niña que no sabía lo que era estar con un hombre; y tu no tenias ni la más mínima idea de lo que era tocar a una mujer, jugar con sus curvas y besar su piel.

Esa fue la primera vez que deje que alguien me acariciara, que alguien traspasará más allá de mis ropas, mas allá de lo que me dejaba mi conciencia. Dejar el mundo de los mortales para ir a uno de los cielos que promete dios, oculto tras los rayos del sol. Ese fruto prohibido que te da sabiduría y vergüenza por la humanidad.

Aun recuerdo tus manos sobre mí, nerviosas y torpes, tratando de lucir experimentadas. Recuerdo mi cuerpo en ese momento, inmaculado y sin conocer los placeres terrenales y sus pecados. Inocente y curiosa.

Ahora que te vuelvo a ver, que miro mi reflejo sobre ti, una parte de mi pasado que no recordaba. Puedo ver lo diferentes que somos, pero en esencia seguimos siendo los mismos, 2 personas que nunca pudieron ser amigos y que nunca lo intentaron.

Que triste es ver en lo que te has convertido, en cómo tu solo te bajaste del pedestal que yo misma te construí, en cómo los años no pasan en vano y en ver como esta vez ya no busqué tus labios como solía hacerlo, los que jugaban con tu humanidad, mismos que veían a la vida pasar como una nube que recorre el mundo.

Que desilusionante fue encontrarte de nuevo, siendo ni la mitad de lo que recordaba. Creo que es muy sencillo el idealizar a la gente y que esas ideas contrasten con la realidad de manera tan simple, que hasta parece una burla.

Espero que estés bien, pero honestamente eres un pedacito de popó.

Cuídate, yo hare lo mismo, ya no me busques por favor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario