Me niego 1, 2, 3 y 20 veces

Como que me andan merodeando, con suaves ronroneos, quieren atrapar a ésta gatita, pero yo siempre con los pelos erizados, solo suelto rasguños y no me dejo querer. En lugar de buscar gatos finos me la paso cazando ratones. Nomas no aprendo y no me interesa hacerlo en estos momentos.

Como las estaciones del año, también tengo mis temporadas. Hay unas donde hace un chingo de frio y nadie me pela, las primaveras donde se amontonan los galanes y quieren meterme hasta las ideas por donde me deje, y otras como ahora, en las que todos quieren un maldito compromiso. Me rehúso, no quiero nada, bueno la verdad creo que ni se que quiero de mi vida como para compartirla con alguien más, por lo menos no por ahorita. Parece que hice mi declaratoria de feliz soltería y a los oídos masculinos dije: “estoy susceptible y quiero un novio”. Por eso somos de diferentes planetas.

Estoy tan acostumbrada a mi soltería, la amo, la respeto, irónicamente es como una relación que me niego a perder, como una mala mujer que te niegas a dejar, aunque no te dejen nada, simplemente no puedes dejar de ver esas piernas.

Ando un poco triste, será porque al fin deje ir a un fantasma que me persiguió por años y estoy de luto, no quiero nada ni a nadie por el momento, quiero paz y salir con hombres que no se interesen por mí, porque a mi todos esos me valen madre. Aún así no tengo ni paz ni hombres, me puse en “neutral” y solo dejo que me empujen a donde caiga, ahorita ando con mi actitud de “No me importa nada”.

Bien me lo dijo mi buen amigo Gabo una vez, el bromeó una vez diciéndome que estaba destinada a estar sola, incluso yo lo creo así. Hay mujeres que crecen para estar con alguien más, parece que yo estoy solo conmigo y con una que otra persona que entra y sale como actor secundario de una tragicomedia. A eso se resume mi vida, a escenas bizarras, mucha felicidad, mucho drama, uno que otro exorcismo y demasiada gente opinando y queriéndose robar la obra. Ni madres.