domingo, 22 de agosto de 2010

Let it be


Esta tarde, después de un fin de semana de bastantes salidas bizarras y uno que otro encuentro con el pasado, decidí limpiar mi cuarto, pero de manera intensa, tallando muebles y tirando cosas. Solamente hay 2 razones por las que me vuelvo una encarnación de maestro limpio: la primera es cuando algunas veces, mi ajetreada vida me impide limpiar bien y de plano se hace un puerquero que me desespera de sobremanera, la segunda es cuando estoy triste y me quiero distraer. En esta ocasión no me sentía desesperada, así que saquen sus conclusiones…

Viendo todas las pilas de basura, zapatos viejos que ya estaban muy feos, bolsas rotas que no se qué demonios seguían haciendo en mi closet, toneladas de papeles inútiles, ropa que ya ni siquiera me gusta, entre otros tesoros; me puse a pensar que no los tenía ahí porque los necesitara, ni siquiera porque tuvieran alguna utilidad o porque pensara usarlos alguna vez, simplemente como muchas otras cosas en mi vida, no las tiro porque “no las vaya a necesitar”.

Y bien lo dije, no las necesito. Tanta basura ocupando espacio, robando mi territorio, invadiéndome. Así soy algunas veces con las personas, no las dejo ir, les hago un rinconcito en donde puedan caber, sino hasta las amontono, y me doy cuenta cuando quiero guardar algo bueno, o cuando veo que todo lo que he juntando, no es más que basura y tengo un hermoso marranero. Yo solita lo junto. Es hora de dejar ir.

Desde hace pocos días, decidí hacer un poco de limpieza en varios aspectos de mi vida, espero lograrlo, simplemente resolví que ya no quiero pensar en cosas del pasado, en tener cosas que ya no requiero, en preocuparme por gente a las que honestamente les valgo una chingada.

Adiós a todo y a todas esas personas que vinieron a mi vida de una u otra manera, pero se tienen que alejar de mi caos organizado. Son ellas o son yo, y créanme que por amor propio, mejor desprenderse de lo que duele, porque esos son malestares momentáneos, hasta ahora nadie ha muerto de extrañar, no pienso se la primera. Ya no es como quitarte una costra cuando aún no sanas, ahora es más bien dejar que el viento venga a mí y se lleve todo lo que no requiero en mi vida.


[When I find myself in times of trouble, mother Mary comes to me, speaking words of wisdom, let it be]

No hay comentarios:

Publicar un comentario