lunes, 10 de octubre de 2016
Todavía
sábado, 8 de octubre de 2016
Amore mío
lunes, 19 de septiembre de 2016
No importa
miércoles, 22 de julio de 2015
Bloqueo
lunes, 9 de septiembre de 2013
Doña puta
lunes, 18 de febrero de 2013
Lo que no fue, no será
domingo, 10 de febrero de 2013
La cuenta del 2012 y otros cuentos
domingo, 16 de diciembre de 2012
La gran batalla del cinco de mayo
sábado, 8 de septiembre de 2012
El más buscado...
domingo, 2 de septiembre de 2012
¿Cómo no te voy a querer?
jueves, 30 de agosto de 2012
Muero, pero no olvido...
lunes, 9 de abril de 2012
¿Para qué romper una promesa? Rompe sus cartas, su corazón, una pierna y de paso hasta el brazo si así quieres pero nunca tus palabras, porque esas hieren más que la espada, mueven montañas, abren mares y las piernas de varias doncellas.
Mejor finge que has muerto, miente y dime que ya hiciste otra vida, que ya no te gusta el café o que simplemente no vas a volver a comer más pan, o que no soportas mis cajetillas con tabaco mentolado, con eso te dejo sin volver atrás y hasta la llave te regreso.
Si no vas a cumplir lo que me dices, lo que le juras al amor y a Dios, entonces ni el amor, ni Dios y mucho menos yo te queremos en este Edén, en donde la verdad se oculta bajo el árbol y los pájaros pierden sus plumas, se mueren, mientras solo te alejas.
Cuando ya no vayas a hacer lo que dijiste y piensas derrumbar el castillo al cual ya le escogí hasta las margaritas que irán en la entrada, mejor de una vez pídeme que no te vuelva a besar y yo sabré alejarme de ti, como un niño que ha aprendido una lección después de romper un cristal y se le regaña por lo obvio, por lo que no debe volver a hacer pero por lo general, uno aprende más a romper que a reparar y este a sido nuestro caso, yo ya estoy muy rota y tu no eres mi descocido.
domingo, 4 de marzo de 2012
El caballerito
Me marcó tres veces para negociar nuestra primera salida. Luego de varios “no sé” y muchos “vamos a vernos otro día” accedí. Me puse guapa y me regaló 15 minutos más para estar lista, se encargó de que mi mano siempre tuviera un vaso lleno de whiskey y en todo momento me abría las puertas, luego dejó de ser un caballero, justo en el momento en el que yo me olvidé de ser una dama.
Varios tragos después, algunas caricias robadas y uno que otro roce de mano, me atacó por sorpresa. Me acechó, me tomó de la cara y me atropelló a besos. Poco a poco se fue apoderando de mi cuerpo hasta terminar en una cama ajena. Éramos tan solo un par de desconocidos que comenzaron a conocer cada centímetro de una piel que nunca les perteneció.
Minutos después, el joven en cuestión comenzó a desnudarme. De manera rápida pero con cuidado, como un niño que abre sus regalos en Navidad. Lentamente, minuciosamente, afectuosamente y se quedó mudo. Se limitó a observarme y a tocar con sus labios cada parte de mí, a explorarme impaciente, ahí estaba yo para él sólito, sin ropas que ocultaran lo que muchas veces fantaseó. Descubrió mis piernas y a donde conducen, besó mis tatuajes tantas veces que casi los borra. Me adoró, me hizo suya y yo lo dejé, aunque sea unos minutos.
Una vez terminado el acto, como cualquier hombre menor actuó por instinto y dijo que me quería ver de nuevo, que la siguiente semana me quería robar, me habló de todo lo que íbamos a experimentar y el sinfin de veces que tendríamos coito. Sin embargo, personalmente pienso que debería de ser ilegal pedirle a una mujer una segunda cita antes de ponerse de nuevo su brasier, me agarró desarmada, frágil y vulnerable.
¿Quién hubiera pensado que debajo de esos lentes, los pantalones de vestir y la formalidad se encontraba un ser sin modales, primitivo y que sepa servir alcohol? Me gustó y como he aprendido a esperar también sé cuando se debe de tomar algo sin pedir permiso ni esperar explicaciones, ya que uno no puede forzar lo que no quiere encajar, así que dejemos que los vientos del mes despeinen mi cabello y uno que otro amante de camastro que sepa servirme alcohol.
jueves, 23 de febrero de 2012
¿Cómo te voy a llamar esta noche?
Leer tu cuerpo como si fuera braille y usar mis labios como si fueran dedos, eso quiero. Tanta espera de ti, de tu piel, de tus brazos y anhelar que me envuelvas como un abrigo que quiero usar hasta cuando haga calor y los niños jueguen en la calle con globos de agua en ropa de verano.
El tenerte y haberte tenido desde hace tanto tiempo, el que seas el tesoro que uno se encuentra después de años de haber perdido algo en la recamara, ese billete olvidado en mi bolsa, el que uno descubre cuando siente que ya no hay nada nuevo para uno.
Yo solo sonrío, aguardo, tontamente lo hago. Me despido de los amantes de una noche, de las sabanas de motel baratas y de los tragos ocasionales, con risas falsas en lo que se paga la cuenta para ir a una habitación a la cual no volveré, pero a la que siempre regresaba por el gusto de olvidarte.
Ahora los placeres son otros, la intriga de tus ojos, el buscar de qué sabor serán tus manos y como de la noche a la mañana, decidí ser tuya y que tú fueras mío, siendo que nunca fuimos ajenos a las palabras cursis y trilladas que describe Neruda y que tanto adoran las tarjetas que venden en cualquier supermercado.
Amo tu ausencia, tus silencios, la forma en que dices mi nombre y el como las letras pierden sentido cuando las dedico a tu voz.
sábado, 7 de enero de 2012
Cansada de rescates
sábado, 10 de diciembre de 2011
Otra diosa incomprendida
domingo, 4 de diciembre de 2011
Jugando jugandito
Que jueguen con mi cabello y repitan una y otra vez todos esos clichés cursis
No importa que no haya rosas en el lecho
Al fin y al cabo, ya estoy acostumbrada a caminar entre las espinas.
Esta noche solo he dado vueltas en mi cama
Evitando pensar y solo viendo como cada quien esta con su cada cual
Por lo visto el roto aún no le llega a esta descocida.
Estos días han sido como el clima de mi ciudad, ni frío ni calor, solo un poco de nubes, pero últimamente podría escribir algún libro titulado “Como las hormonas controlan mi cuerpo: mil testimonios para noches de insomnio”, estos días de estar juntos y separados, son solo una suma de lo que éramos y una resta de lo que queda.
Me molestas mucho y lo peor es que me enojo conmigo misma, mis voces internas y mis múltiples personalidades no logran ponerse de acuerdo contigo, unas gritan, otras lloran y otras quieren ahogarte a besos.
¿Cuándo la vida se dejó de arreglar con algodones de azúcar y una bandita para la herida? Extraño esos tiempos. Ya todo son facturas, ropa de invierno, cobijas extra y días de hacer la lavandería. Aún busco esos días donde con un suéter combatía al mundo y cuando no importaba si la lluvia vestía mi cuerpo, a fin de cuentas iba a secar.
Tal vez necesito un poco de soledad, silencio y mucha música, pero me supongo que mañana continúan las carreras, los mensajes que no sé si contestar y el pensar que los años pasan, los cuales miro en las manos de mi madre y en el espejo de mi baño todos los días.
Esta noche no me gustas tanto…
jueves, 6 de octubre de 2011
Un cigarrito para el alma
Sigo sin entender, sin sentir, sin mirar, en un aparador donde a veces vivo, con el amor fuera de temporada y en oferta, tazas de café rápidas y ese despertador que siempre me molesta a las 7 de la mañana.
El corazón confundido y la vida sin sentido deberían de ser mis características principales, a veces con tanto sentido y otras veces como un reloj, que siempre avanza pero siempre terminan en los mismos números, solo da vuelta, solo escucha el tic tac.
Ya necesitaba escribir, algunas veces quiero evitar mis letras pero no se puede esconder lo que viene en ellas.
Últimamente como me ha gustado tener un cigarro en mis labios y otras veces otras bocas, pero estás terminan sabiendo a traición por lo que regreso a mis vicios y de nueva cuenta, a mis letras que no riman y que hablan de otra cosa que no seas tú.
Hace falta un amante que caliente el camastro, unas mentiras para el corazón y algunas palabras dulces para engañarme un rato y volver a ser esa dulcinea de cantinas. Pero no es mi culpa, a mí me enseñaron a esperar al príncipe en la torre.
Nuevamente, el desfile de amantes de cuarta y hasta de quinta regresa y se reciclan. Deberían de ser biodegradables, no volver, tener alas y volar lejos.
Este día me venció el mundo, a mí y a mis múltiples personales, ando de paranoica pensando que nadie es lo que parece, ni yo.
No queda de otra más que lavar platos mientras escucho a Chabela Vargas, mientras cometo de nuevo los errores que me prometí no volver a hacer, caigo en mis propias trampas, pero, ¿Cómo resistirme a esos ojos?
Me caes mal, pero bailemos un rato, al menos en lo que acaba la canción.
martes, 6 de septiembre de 2011
C'est la vie...
sábado, 6 de agosto de 2011
Ni santa ni puta, solo mujer
Llegan los días de lluvias y con ellos cielos nublados y vientos de cambio. Se van personas queridas, se quedan personas amadas y llegan extraños por seguir desconociendo (de preferencia y por salud mental). Hay personas que deberían de quedarse en los recuerdos o no meterse en el presente de uno, pero aunque se quieran salir, uno les jala el pie, la mano y lo que se dejen con tal de que se queden un rato con nosotros. Por lo menos hasta que termine la canción, porque es muy feo bailar sola.
Hace unos días perdí a un hombre en mi vida: mi abuelo. Qué triste es dejar de ver a alguien que uno en sí ya tenía en olvido. Pero lo que me consuela es el pensar que ya está con su chata. Ella lo esperaba desde hace años y él la extrañaba tanto, que un día su corazón ya no quiso latir; simplemente ya no encontró motivos para tanta lejanía.
Yo sigo en mis limbos amorosos. En ese cielo infernal en el que tengo años y como la marea, viene y se va pero no se decide, creo que en cierta manera ni yo tampoco. Es por eso que me la paso viendo sus olas y dejo que algunas veces me arrastre un poco la corriente. Lástima que me comienza a aburrir. El día que no sea una persona tan destructiva voy a aprender a querer a quien me ama sin importar distancia, ni mares que nos separen, porque de una u otra forma los dos seguimos durmiendo bajo las mismas estrellas.
Pero como no podía faltar el drama, en cuanto uno dice “seré buena y sumisa”, se aparece el diablo en nuestra vida, se pone en nuestro hombro y comienza a invitar a personas que vienen solo un ratito a nosotros, no se pueden quedar más ni aunque quisiéramos, ni aunque ellos así lo desearan. Son tan solo tentaciones que no terminan por convencer a nadie, pero a las que no decimos que no. Ser buena debería de ser fácil.
¿Y si solo nos queremos un rato? Lo suficiente para ser felices pero no tanto para podernos olvidar. Quiero un anillo en mi mano y mensajes en mi teléfono, pero no es mi culpa de que me lleguen hombres de vez en cuando. Mi corazón tiene dueño, pero el cuerpo cuenta aparte y por desgracia, mis brazos son más tercos que yo.
[Grrr...]
domingo, 17 de julio de 2011
Esos cuentos de amor y otras cosas feas
jueves, 16 de junio de 2011
Si no me acuerdo, no pasó
Algunas veces me persiguen los recuerdos, otras veces los persigo yo, pero muchas veces se quedan en la calle, tirados, en el olvido. Qué bonito es no tener memoria, soy una dama tan desmemoriada que casi casi hasta pudiera hacerla de política.
Estos días varios "amigos" fallan, el amor vuelve y se aleja la cordura, llego de nuevo mi compañero de vida el estrés a darme de nalgadas todo el día y no de una manera erótica en la que ambos pudiéramos disfrutar...
El amor volvió; más bien nunca se fue. Iba y venía un rato a mí, para alejarse de nuevo, a veces yo huía de él, otras me rechazaba, pero luego de 3 largos y tortuosos años parece que llegó para quedarse, el problema es que no sé cuándo tiempo estará mi invitado conmigo y si realmente lo quiero ahí, aquí y ahora.
Es como cuando un perro persigue una automóvil, si lo alcanzara no sabría qué hacer con él, yo acabo de alcanzar el mío y no tengo ni la menor idea de que pasará, parece que si no hay drama en mi vida no soy feliz, a ver si voy consiguiendo algún otro fetiche para masturbarme.
La vida laboral sigue igual; mucha chamba, mucho calor y muchas letras, sin gerundios ni opiniones, con horario de doctor, bastante presión y muchos ojos revisando lo que haces, aun así no me podría ver haciendo otra cosa, amo el periodismo, es mi placer culposo, lo que me hace morir y me revive de mis cenizas, mi ave Fénix.
Me ofrecen una vida de adulta, con la casita y el combo que toda mujer quisiera y tengo mis dudas, no quiero ni el plan de mi celular con tal de no tener una relación a largo plazo, tener a otra persona, ser de otra persona, pensar en alguien que no sea yo. Vuelven las mismas promesas que una vez me hicieron y llegaron con la misma persona y con ella de vuelta todos esos miedos y mariconadas mías para no comprometerme. Dilemas, dilemas, dilemas.
Irónicamente, no me veo con nadie más y creo que no lo he hecho por años, así que si mi fe en la humanidad no vuelve después de esto, ya nada lo hará. Total, sí María Magdalena pudo reformarse ¿Por qué yo no?
Heart rehab...seni seviyorum
domingo, 15 de mayo de 2011
5:49
Es de madrugada, veo como el sol comienza asomarse en mi cielo, mientras yo pienso si será correcto o no despedirme de ti, decir ese adiós que tanto me ha faltado, el que evadí por años para no ahuyentar tu recuerdo y quedarme sola.
Veo lo que te escribí, aún no estoy segura de enviarlo, sé que no voy a tener respuesta alguna de ella, le dije a mi esperanza que dejara de esperarte, aunque a veces no me escucha.
Amo como nunca me decías que no, y ahora yo tengo que decírmelo sola, no sé ni donde estés ni con quien, solo sé que nunca te ha gustado estar solo y que yo sepa, no eres alguien que cambia sus costumbres.
Estos días parece que soy testigo del amor, lo veo que las muchas bodas a las que he asistido este año. Hay algo en la cara de una novia, su mirada, su vestido blanco, su ramito de flores, el cómo abraza a su nueva adquisición en la pista. Realmente te hacen creer el "hasta que la muerte nos separe".
Lo vivo también en las canciones dedicadas a otras personas, en los abrazos en las calles en las que yo solo fumo o leo el periódico, en los restaurantes donde las personas toman su mano mientras beben un late y mi mano sigue sola.
Parece que generalmente quiero ver cariño donde no lo hay, siendo que donde lo tengo ni lo volteo a ver. Es hora de decirle adiós a la soledad y comenzar a corresponder, en lugar de buscar que me correspondan.
Podría escribir tanto de ti y de tus brazos, de esa espalda que besaba cada mañana o gastar (más) horas pensando en ti, pero ya no me quiero dar ese lujo, necesito un exorcista o algún ajo que te aleje de mi cuello.
Uno no puede buscar a alguien que no quiere ser encontrado.
Y yo me rindo de ti y ante ti.
lunes, 9 de mayo de 2011
Mami 84
De repente tengo temporadas sin poner un post. A veces es porque siento que no tengo nada interesante que postear y otras veces porque me descuido, sin pensar me olvido tanto de mí que ni a mis palabras les prestó atención.
Cumplí 27 y sigo tan sola como cuando tenía 21, ya me hubiera dado un balazo si no es porque sigo siendo la misma talla. Algunas veces siento que evoluciono, otras me estanco a revolcarme en el lodo, y otras veces involuciono (nunca había usado esa palabra, que adulta soy).
Sabes que las cosas no tan buenas o que tienes que cambiar de amantes cuando empiezas a hablar con uno de tus hombres de gastos médicos y descubres que es un ser humano, no solo un falo. Es tan desilusionante como saber de dónde viene tu desayuno o las verduras.
Algunas veces te tengo en mi mente, pero preferiría que me tuvieras en tus brazos. Estas tan lejos y tan cerca, así haz estado por años y parece que este será uno más. Ojalá pudieras hacer a un lado tu indiferencia que está pisando un poco a mi ego.
Total, cuando llegan hombres que son un buen material para la seriedad, la familia, el perro y todas esas preciosidades para las que una mujer fue “educada” huyo, como si me pisaran la cola, se me erizan todos los vellos de mi cuerpo y corro, nada estable, todo girando, dando vueltas sobre mi eje.
Acabo de recordar que en unas horas será otro día de las madres. Sabes que la vida ya no te importa tanto cuando las fechas más comerciales de tu calendario gregoriano ya no te mojan las pantaletas como antes.
En fin, estos días, la vida, el mundo, las cosas no han ido mal, solo que no aprendo a estar bien.
lunes, 25 de abril de 2011
La santa de los labios rojos
Finalizan los días santos y termino como toda una virgen, con varios devotos debajo de mis faldas susurrando bajo, pidiéndome les haga uno de mis milagros, y con ese bribón que no se va, pero que no le digo que se quede.
En conclusión fue un fin de semana de buenas compañías, mucha comida, conocidos por conocer y mucho ronroneo de una que otra gata que chilla fuerte, que grita y araña.
Como todos los años tuve mi 22/4 de la muerte donde las pilas se me fueron para abajo, otro cuatro año de volver a lo mismo, las mismas canciones y esas fotografías que solo veo una vez al año, pero ese círculo no tiene fin o gira sobre su eje y vuelve al mismo punto, ese lugar intermedio.
Yo con él lo quería todo, las flores en la ventana, el café de las mañanas, tuve el mar, la luna, té y especias, tuve banderas rojas y amores suaves.
Y ahora no queda más que extrañar rasguños, cabellos, enojos, rosas y labios de lenguas extrañas, quitándome el aire sin respirar, solo suspiros y más suspiros, extraño a ese ladrón que me quitó el sueño.
Sé que merodea porque conozco su olor, su dulce olor pero no se acerca porque sabe que lo puedo morder, pero también quiero curar sus heridas y a la vez, no quiero nada, ni un hola ni un nosotros, así es cuando uno quiere a alguien, mejor que este solo a con una mujer del diablo, a veces ni de ella misma.
lunes, 11 de abril de 2011
Vientos santos
El nivel de melancolía que tengo estos días es directamente proporcional al aumento de hormonas, quiero sexo, quiero llorar y un chocolate, te quiero a ti y te quiero fuera de mi vida, ando de sociópata ninfómana y robando uno que otro suspiro, nada mas te advierto que no los devuelvo.
Vientos del pasado volvieron a querer quedarse, no sé si es lo que quiero, como toda la vida con mis problemas existenciales que si no tuviera no seria yo misma o mínimo no estaría así de loca. Me entrego a ti y a la locura, son el ying yang de mi vida.
Como siempre a las andadas, con amantes de cuarta que besan con sabor a licor y uno que otro guapo que vale la pena pero como siempre me encanta sabotear mi felicidad y me niego a compartir la vida, soy muy egoísta y no la comparto más que con las nubes y las hojas de los arboles.
He dejado de escribir mucho, no es porque no quiera es solo que ya no sé que saldrá de mis dedos estoy hecha un collage de recuerdos, espantos, felicidad, uno que otro verbo y algunos gerundios olvidados, de esos que no uso en el trabajo.
Principio sin fin.