lunes, 26 de julio de 2010

vienes y te vas, pero te espero algunas veces

Algunas veces te espero, me siento a pensar en lo que te diría si te tuviera conmigo; con mi lengua venenosa con labios que empalagan. Eres una amarga diversión que fue mi dulce tristeza. Y yo soy todo y nada, pero sin intermedios. Solamente esclava y dueña de mí ser.

Y sigues sin pertenecer a nadie, ni a ti mismo; te compartes con todas las piernas que florezcan ante ti, sin palabras bonitas ni fruta en los labios para morder y hacer jugo.

No dejamos de hablar, pero siempre nos quedamos mudos, sintiéndote lejos de manera tan cercana, como hace años, como hoy. Tú sexo sin amor se va transformando en caricias con recuerdos y besos sabor a mar.

Eres el reflejo que más amo y la sombra que siempre me persigue, que me asecha, que me hace suya cuando quiere y huye de nuevo ante los rayos del sol, ante ese día que muchas veces mis ojos no quieren ver.

Vuelves a ser todo, sin ser nada para mí, ni para mi silencio. De nuevo un alimento que me mata lentamente, que puedo sentir en mi garganta, como una espada que se desliza lentamente, cortándome, dándome placer; eso eres, fuiste y serás.

Lo fui todo para ti, ahora no soy nada tuyo, ni siquiera un recuerdo, no soy ni un suspiro, pero ya no me importa nada, me importas tú.

2 comentarios:

  1. Pues somos personas, no cosas y si lo fueras serias una cosita rica!
    Nadie pertenece a nadie... lo único que se nos permite es entregarnos.
    Aunque hay personas que se quedan con parte de nosotros pero aun así seguimos siendo nosotros.
    Que escénica mas agradable tienes Domadora, que no solo te sigo al infierno sino ala ducha también...
    Besos

    !_!

    ResponderEliminar
  2. sigueme a donde sea, pero no dejes de hacerlo.

    nos veremos en el infierno, mucho sol y almas pecadoras

    ResponderEliminar